Al ver a las nenas en el mail me acordé de una historia de Henri J.M. Nouwen, de la que me he servido, con el fin de buscar sentido a lo que no lo tiene.
En un día ibaguereño caluroso y húmedo, María José y María Paula pretenden una vez mas sostener una conversación, en su estrecho recinto a pesar de la presión diafragmática sobre las confinadas paredes del seno materno y del disímil ruido de las arcadas de su madre
María Paula le dice a María José: Sé que esto va a resultarte difícil de aceptar, pero yo creo de verdad en que hay vida después del nacimiento.
María José responde: verdad lo crees? Mira a tu alrededor. Esto es lo único que hay. Aquí y ahora ¿Por qué desde hace meses asumes que hay algo más aparte de esta realidad? Acepta, lo que percibes es lo que hay. Olvídate de todas esas fantasías incluso la de un después del nacimiento.
María Paula calla durante un rato, pero su voz interior no le permite permanecer en silencio durante más tiempo. María José, no te enfades, pero tengo algo más que decirte. También creo que hay una madre. ¡Una madre! , exclama con una sonrisa. ¿Cómo puedes ser tan fantasiosa? Nunca has visto una madre. ¿Por qué te es tan difícil aceptar que esto es lo único que hay?, la idea de una madre es ilógica. Aquí no hay nadie más que tú y yo. Esta es tu realidad.
Ahora debes asirte al cordón. Ve a un rincón y siéntelo, abandona el parloteo mental. Créeme, no hay ninguna madre por fuera de ti. ¡Todos tus problemas son problemas de una mente que ya presiente bajo esa conciencia mundana de un yo, la necesidad de la comida, el vestido, la familia, los amigos, el nombre, la fama, la seguridad, la supervivencia, fenómenos que pierden su significado en el momento en que te des cuenta de que no puedes ser un mero cuerpo confundido por su mente!, pero quizás eso te lleve mucho tiempo. Después de todo, la sensación de “yo soy” está desde hace días con nosotras, sólo que le has adjuntado todo tipo de cosas: cuerpo, sensaciones, pensamientos, ideas, posesiones, etc. Todas esas autoidentificaciones, creo que la extraviarán. María pau, se va a tomar por la que no es
María Paula se aleja, renuncia a la conversación, pero la inquietud interior puede con ella al cabo de poco tiempo. María Paula insiste: María José, por favor, escucha, no rechaces mi idea. De alguna forma, pienso que estas constantes presiones que sentimos las dos, esos movimientos que a veces nos hacen sentir tan incómodas, esa continua recolocación y ese estrechamiento del entorno que parece producirse a medida que crecemos, nos preparan para un lugar de luz deslumbrante, y lo experimentaremos muy pronto.
Ahora sé que eres un espíritu joven, piensa María José; Lo único que has conocido es la oscuridad. Olvidaste la verdadera luz ¿Cómo puedes llegar a tener semejante idea? Estos movimientos y presiones que sientes son la realidad. Pero bien sé que la primera elección perceptiva o experiencia conciente que has hecho es el reconocimiento de mi presencia, enfrentando en ella la conciencia misma de tu individualidad, pero también, en ella, la de tu soledad, te has hecho un ser individual e independiente; no olvides aún que toda vivencia de vida es fugaz y está atrapada en la momentaneidad de la relación tiempo y espacio que la contiene, pero parece que el tiempo de la espera y el espacio en este vientre te han confundido, has perdido la conciencia de la interdependencia y has ganado la percepción de la individualidad, comienzas a creer en la causalidad y olvidas que todo es incausado, que todo, por pequeño que sea, es sin causa, que surge y desaparece sin ninguna razón. El universo entero contribuye a la existencia aún de la cosa más pequeña o no recuerdas ya cuando nos dividimos. Trata de tener presente que la causalidad significa sucesión en el tiempo de acontecimientos en el espacio, ya sea ese espacio físico o mental. Tiempo, espacio, y causalidad son categorías mentales, que surgen y se sumergen con la mente.
María pau te olvidas de ti misma y comienzas a construir un ego. Intenta comprender tu viaje. Oscuridad, presiones y una sensación de estrechamiento a tu alrededor constituyen la totalidad de la vida. Tendrás que luchar contra eso mientras vivas; dolor y sufrimiento. Ahora, aférrate a tu cordón y, por favor, estate quieta. En él está la esencia, es la raíz, el fundamento, la posibilidad atemporal y aespacial de toda experiencia, intenta volverlo a vivir por un instante, no entres aún en el olvido del Ser.
María Paula se relaja durante un rato, pero al fin no puede contenerse por más tiempo.
Majo, tengo una cosa más por decir, y luego no volveré a molestarte. Adelante, responde, con una sonrisa serena.
Creo que todas estas presiones y toda esta incomodidad no sólo van a llevarnos a una nueva luz celestial, sino que cuando eso suceda vamos a encontrarnos con la madre cara a cara, y a conocer un éxtasis que superará todo lo que hemos experimentado hasta ahora, seguramente allí también espera un padre y un hermano. Nos esperan, lo presiento…Estás aproximándote a una ilusión que creerás real, debes vivir el ahora, se dijo María José. Yo aún me sé desapegada y veo este espectáculo que pasa, como un espectáculo que pasa, mientras que tú hace semanas estas apegada a las cosas y te mueves con ellas.
Esa nueva luz predicha por María Paula duró pocos días… yo sabía, que tenía un reto mayor, era el de superar en poco tiempo el miedo a la muerte. Sabía que “la causa de la muerte no es la enfermedad sino el nacimiento” y que la vida y la muerte son simplemente estados del tiempo, la comprensión profunda de este hecho, ayudaría a liberar a otros seres, mis padres, mi hermano, etc. En la muerte solo muere el cuerpo. La vida no muere, la consciencia no muere, la realidad no muere. Y la vida nunca está tan viva como después de la muerte. Lo que nació debe morir. Solo lo innacido es sin muerte. Es imperativo reflejar en ese corto tiempo la necesidad pronta de reencuentro con lo que nunca duerme ni nunca se despierta, y cuyo pálido reflejo es nuestra sensación de un “yo”.
Tenía claro que cuando sentimos que “sólo se vive una vez”, pues nos creemos individuos escindidos de esa totalidad, sentimos la tentación de entregarnos a todos los placeres y sensaciones en el tiempo limitado que nos queda. Se dice “Come, bebe y sé feliz, pues mañana morirás”. La cruda adicción al trabajo durante el día da paso a un hedonismo desenfrenado después. No resulta sorprendente, ver que en casi todos los que habitan este plano, la búsqueda del placer se ha convertido en una cualidad frenética y el impulso de adquirir riqueza material se ha convertido prácticamente en una obsesión.
Lo que comienza y acaba es mera apariencia, lo han olvidado; El mundo se puede decir que aparece, pero no que es. La apariencia puede durar mucho en alguna escala de tiempo, y ser muy breve en otra, pero finalmente equivale a lo mismo. Todo lo que está sujeto al tiempo es momentáneo y no tiene ninguna realidad. Esto es claro para mí, un espíritu viejo, sus mentes son inquietas, codiciosas de lo agradable y temerosas de lo desagradable, han olvidado este momento.
María Paula me oye susurrar y pregunta: ¿Qué hay de malo en su búsqueda de lo agradable y en su huida de lo desagradable? El río de la vida corre entre las orillas del dolor y del placer. Es sólo cuando la mente se niega a correr con la vida y se aferra a las orillas, cuando deviene en problema. Por correr con la vida quiero decir aceptación, dejar que venga lo que viene y que se vaya lo que se va. Sin desear, sin temer, observando lo que acontece, pues no eres lo que acontece, eres a quien acontece. Eres la potencialidad última de la consciencia omniabarcante, eres la manifestación y su expresión.
Desde el punto de partida de una sociedad firmemente basada en el materialismo, que es a la que llegarás, la muerte es la negación final de todas las posesiones materiales, así que se le teme excesivamente, al igual que temen la pérdida de sus posesiones materiales. El pasado y el futuro están solo en la mente, yo soy ahora: El mundo es también ahora. Mi mundo es real, verdadero, como es percibido, mientras que el de los que nos esperan aparece y desaparece, según el estado de su mente. Su mundo es algo extraño, y tienen miedo de él. Mi mundo es mí misma. Yo soy en casa. Vivo en un mundo de realidades, mientras que afuera es de imaginaciones, tienen un mundo personal, privado, incompartible, íntimamente suyo. Nadie puede entrar en él, en su mundo se está verdaderamente solo, encerrado en su sueño siempre cambiante, que toman por la vida. Este es un mundo abierto, común a todos, accesible a todos. En nuestro mundo hay comunidad, penetración inteligible, amor, cualidad real; lo individual es lo total, la totalidad en lo individual. Todos somos uno y el Uno somos todos.
Ojalá lo puedan comprender, pues estaré corto tiempo con ellos, eso puede decirles mucho mas si lo logran comprender para que vivan su vida como viene, pero siempre alerta, siempre vigilantes, dejando que todo acontezca como acontece, haciendo las cosas naturales de modo natural, sufriendo, regocijándose, como la vida lo traiga.
La verdadera felicidad no puede ser encontrada en las cosas que cambian y se desvanecen. El placer y el dolor alternan inexorablemente. La felicidad viene del sí mismo y sólo puede encontrarse en el sí mismo. Recuerden todo lo que no son. Ni el cuerpo, ni los sentimientos, ni los pensamientos, ni las ideas, ni el tiempo, ni el espacio, ni el ser ni el no ser, ni esto ni eso, nada concreto ni abstracto que se pueda señalar son. Una mera afirmación verbal no bastará como tampoco la mera comprensión intelectual, pueden repetir una fórmula interminablemente de manera intelectiva, sin ningún resultado. Lo que deben es mirarse continuamente, meditar que es un observar particularmente su mente momento a momento, sin omitir nada, soltando todo. Este estar atento es esencial para la separación entre el sí mismo y el no sí mismo de forma existencial.
Encuentren su sí mismo real, a partir de una observación existencial, que transforme un modo de ser y todo lo demás vendrá con él, al igual que una flor de cerezo no es visible en invierno, esta ahí, aletargada, esperando a florecer cuando se den las condiciones necesarias; la flor de cerezo florece porque florece, sin preguntas, en primavera estará plena de sí y para la siguiente estación ya no estará. Lo mismo ocurre con nuestras vidas. Según esto se que la vida es eterna. Jugar con las palabras no les llevará lejos. Vayan adentro y descubran lo que verdaderamente son. Nada más importa.
TAIUN
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